viernes, 16 de noviembre de 2007

Fantasma de mierda

Justo cuando ya no te pienso, justo cuando ando emocionado, por primera vez desde vos, con otra historia, apareces y me cagas el día.

Me jode. Puta que me jode. Pienso que ya no estás y peor que un fantasma (de mierda) te apareces en mi cama, me jalas la pierna y, cuando despierto, me emputa que, justo ahora, te des un paseo por mi recuerdo.

¿Cómo hago para que no estés, ni en mi cabeza?

Los pasillos de mi mente ya empiezan a estar limpios y a llenarse, nuevamente, de luz. Pero apareces y de nuevo la oscuridad, la noche. Debo seguir. Lejos tuyo debo seguir.

Si se suponía que ya vos nada que ver. Que ya vos fuchi, fuera, lejos. Si se suponía que ya no me gustabas y ya ni te pensaba y ya nada. Se suponía que ahora me gustaba ella, jodidamente y emocionado estoy o estaba y ahora estoy escribiendo estoy no se qué iré a hacer.

Y ella, que solamente es una posibilidad, aún, no sabe de este pedo mental. Pero me jode todo esto y no se que voy a hacer. Tal vez darme una vacación.

Pero supuestamente mañana voy a salir con ella. Y ya, nunca más, con vos, ni en pensamientos.

Si, eso. Ni en pensamientos. Así que, fantasma de mierda, andate. No te quiero. Me emputas. Andate lejos, lejos, lejos. Andate. Te lo ordeno.

Sin vos soy feliz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A los fantasmas se los asesina con la indiferencia. Listo!

Cosme dijo...

El frío látigo de la indiferencia.
Es cierto.
Amén.